¿Cómo es el clima en Canadá?

La primavera canadiense arranca en el mes de marzo y termina en mayo. Durante los primeros meses todavía quedan restos de heladas, pero poco a poco podemos ver como los ríos y lagos empiezan su deshielo, los días empiezan a ser más largos y las noches dejan de ser frías conforme avanza la estación. 

Si estás por Canadá en primavera, podrás llenar tu carrete de fotos que te harán sentir en la primavera japonesa, porque todos los cerezos que hay en algunas ciudades canadienses empiezan su sakura o cherry blossoms y miles de flores decoran las ciudades.

Las temperaturas empiezan a ascender llegando en algunos puntos del país a máximas de 20 ºC y es el momento perfecto para que los amantes del deporte de aventura se acerquen a las montañas para fotografiar los campos verdes y disfrutar de actividades al aire libre como mountain bike, alpinismo o trekking con un escenario incomparable.

Si eres de los que al pensar en Canadá se imagina todo lleno de nieve, temperaturas bajo cero e incluso pingüinos por la calle, te recomendamos visitar el país de la hoja de maple en verano.

Desde mayo a agosto/septiembre, el termómetro en algunos puntos de Canadá llega a alcanzar los 30 ºC, temperaturas ideales para aprovechar y visitar algunas de sus maravillosas playas, dejar que el agua de las Cataratas del Niágara te salpique al romper o practicar kayak en las montañas.

Así que si eres de los afortunados que va disfrutar del verano en Canadá aprovecha bien sus días largos de casi 14 horas de luz para hacer alguno de los miles de planes al aire libre que ofrecen algunas ciudades como Montreal y su Festival Internacional de Jazz  o monta un picnic en la naturaleza con tus amigos, tu familia e incluso con tus compañeros de Dingoos.

Disfrutar del cambio de color en los bosques canadienses es una experiencia totalmente única.

A pesar de que las temperaturas empiezan a bajar y los días poco a poco se van haciendo más cortos, vivir en Canadá o pasar de visita durante los meses de septiembre a noviembre te permitirá disfrutar de mogollón de planes en la naturaleza y llenar tu carrete de fotos con tonalidades de película.

En otoño las temperaturas en todo el territorio canadiense son muy similares por lo que es buen momento para visitar otros puntos del país.

También podrás presenciar momentos únicos como la migración de los salmones, la celebración de Halloween e incluso las primeras nevadas en los meses más próximos al invierno.

Por más miedo que te pueda dar, el invierno en Canadá no es para tanto, las temperaturas rondan los cero grados pero lo cierto es que las ciudades están perfectamente acondicionadas para ello. 

A cualquier restaurante, escuela o transporte que vayas, encontrarás la calefacción encendida haciendo que te quite toda sensación invernal de encima.

Las nevadas son frecuentes por lo que aquellos amantes de los deportes de invierno serán inmensamente felices disfrutando de kilómetros y kilómetros esquiables en estaciones tan famosas como la de Whistler.

Y si la Navidad te pilla en Canadá, vivirás un cambio de año de película.

La ciudad de Vancouver en la costa oeste del país, disfruta de un clima lluvioso y templado durante todo el año.Con temperaturas reguladas por su cercanía al mar, que oscilan entre los 22 ºC en verano y los 6 ºC en invierno. 

Si decides vivir en Vancouver, no esperes ver la nieve a no ser que te acerques a las montañas, pero sí disfrutar y ver muchos días el sol, sobre todo en verano.

Toronto, la capital de la provincia de Ontario cuenta con un clima más seco, más continental que Vancouver. 

Sus inviernos son fríos y con precipitaciones en forma de nieve, mientras que sus veranos son de los más calurosos y húmedos del país, llegando a alcanzar los 26 ºC de máxima. 

En invierno los termómetros pueden llegar a caer incluso a -10 ºC, pero el lado bueno es que no llueve tanto como en otras ciudades del país y podrás guardar algo más el chubasquero.

Montreal tiene un clima bastante lluvioso, con 4 estaciones muy marcadas por la variación de temperaturas. Si decides vivir en Montreal encontrarás inviernos bastante fríos y veranos bastante calurosos, ya que sus temperaturas se intensifican por la humedad.

La ciudad del este del país tiene un clima continental húmedo, de ahí que un must en tu armario si decides vivir allí sean prendas impermeables 100% que te permitan hacer un plan al aire libre cualquier día de lluvia.

En verano la mayor parte del tiempo está nublado, pero hay algunos días en los que puedes disfrutar del sol e incluso de temperaturas que rozan los 30 ºC. 

La nieve no abandona la cima de las montañas en todo el año porque las noches se mantienen frescas en verano y muy frías en invierno, llegando a alcanzar incluso los -10 ºC por la altitud.