Quieres ahorrar para venirte a Australia pero todos los años te aborda la misma cancioncilla cual pirata al abordaje: “El año que viene mejor, que entre pitos y flautas se me ha desmadrado el presupuesto y no tengo dinero ni para pipas”. Te suena, ¿verdad?
Sabemos que ahorrar parece difícil, pero también sabemos que es más fácil de lo que parece si te sabes organizar y te lo montas bien. Solo necesitas una pizca de voluntad, unas gotitas de constancia y unos buenos consejos que te ayuden a guardar unas monedillas (¡quizá hasta billetes!) cada mes. Es la filosofía de la hormiga, amig@, y te aseguramos que funciona casi como una fórmula matemática.
¿Te animas a ponerla en práctica? ¡Pues sigue leyendo y empieza desde hoy mismo a hacer caja!
Elabora un presupuesto y ponte metas
La piedra filosofal de cualquier plan de ahorros pasa por elaborar un presupuesto detallado. Es muy fácil: tienes que apuntar cuánto ganas y cuánto quieres/puedes/debes gastarte. Aparta todo el excedente a otra cuenta distinta o guárdalo bajo el colchón, a ser posible a principios de mes (esta práctica se conoce como preahorro), y verás como muy pronto empieza tu cuenta empieza a ganar un poquito de peso.
Prescinde de suscripciones innecesarias
Revisa tus suscripciones a servicios online de streaming o mensajería y pregúntate si realmente necesitas la versión premium de todos o puedes vivir con algunos anuncios de por medio. Si echas cálculos, quizá te sorprende que estás pagando Spotify para escuchar siempre la misma lista de hits del verano o que hace más de seis meses que no pides nada por Amazon Prime. ¿HBO, Netflix? ¿Usas los dos o solo uno? ¿Has pensado en compartir la cuenta con amigos o familiares? ¡También hay miles de contenidos que puedes ver de manera gratuita en Youtube! Revisa incluso tu cuenta bancaria, porque a veces estás suscrito a un servicio del que ni siquiera eres consciente y cada mes se lleva un pellizquito de tu capital.
Desayuna o tómate el café en casa
Parece una tontería, pero dos euros al día son 60 euros al mes. Y eso al final del año es un auténtico pastizal. Prueba a ahorrártelo y desayuna en casa en vez de ir de bar en bar: con 5 euros tienes desayuno para toda la semana y posiblemente más sano que cualquier cosa que puedas comer por ahí. Este consejo también es aplicable a las comidas y a las cenas fuera de casa: intenta prescindir de ellas al máximo y ve metiendo todo el dinerito que no te gastas en una hucha.
Pilla la bici, el transporte público o simplemente anda
No seas comodón, hay muchas maneras de moverse y salvo que vivas en medio de la nada la mayoría de las veces existen alternativas al coche. Además de ahorrar, estarás contribuyendo a que el mundo sea más sostenible y harás ejercicio, con lo cual también te puedes ahorrar el gimnasio. ¡Todo suma!
Deja el alcohol, o al menos pásate a las birras
Tu cuerpo, tus resacas y tu bolsillo lo agradecerán. Y si eres el rey o la reina de la fiesta y no imaginas tu vida sin ponerte fino filipino por lo menos una vez a la semana, cambia los copazos por cervezas. Suelen costar hasta un 50% menos y pillas el puntito ese de la risa como que vas medio flotando igual.
Deja de fumar YA
Primero por salud (¡esa mie*da mata a la gente!) y luego por dinero. Aunque fumes de liar, aunque seas vaper, el dinero que te gastas al final del año es un auténtico disparate en cualquier caso. ¡Hasta regalarle toda esa fortuna a la primera persona que vieras por la calle sería mejor idea que fumártela! Piensa, además, que en Australia el tabaco es demencialmente caro, con lo que cuando vengas aquí te será imposible fumar salvo que estés dispuesto a hipotecar un riñón. Si empiezas desde hoy mismo, todo eso que te ahorras. ¡Nosotros te apoyamos, dude!
Haz la lista de la compra
Eso de ir a comprar a ciegas no es una buena idea. Y si vas con hambre, es todavía peor. Acabas comprando un montón de caprichitos que no necesitas para nada y que solo te ayudarán a gastarte el doble o el triple de lo que tenías pensado. Confecciona un menú semanal que sea sano y equilibrado y mira a ver qué necesitas comprar para prepararlo. Cuando lo tengas, ve al super y empieza a llenar el carro. Si tienes mono de algo o te entra por los ojos y no te puedes resistir, márcate de antemano un máximo de caprichos que te puedes permitir: por ejemplo, tres cosas (una tableta de chocolate, un refresco y una bolsa de patatas fritas). Además, si vas a supermercados que tienen marcas blancas u ofertas muy agresivas te ahorrarás un buen pico. ¡Créenos, la diferencia entre comprar lo mismo en un sitio o en otro puede ser abismal!
Planifica los regalos con antelación y márcate un límite económico
Todos los años hay cumpleaños o fechas señaladas como la Navidad en las que te hace ilusión regalar algo útil o bonito a alguien especial. Marcar esos hitos en el calendario y fijarte un presupuesto límite para cada uno de ellos es una gran idea para no calentarte y dejarte llevar por la emoción del momento. Por ejemplo, ponte un límite anual de 200 € para regalos y decide cómo los vas a repartir: 50 € para mamá, 50 € para papá, 30 € para tu herman@ y 70 € para tu pareja.
Utiliza productos digitales gratuitos
¿De verdad necesitas el último videojuego del que habla todo el mundo para ser feliz? La mayoría de las cosas materiales solo te hacen ilusión durante un tiempo y luego, cuando pasa la novedad, vuelves al punto en el que estabas y el cuerpo te pide otra cosa nueva. Es un círculo vicioso. ¡Quítate el mono descargando juegos gratuitos para el móvil o desempolva tu antigua videoconsola para revivir aquellos clásicos básicos que dejaste aparcados en su momento!
Controla tu gasto en ropa
Casi siempre compramos más ropa de la que necesitamos y, al final, nos solemos poner lo mismo de siempre, que viene a ser la ropa que mejor nos queda o con las que más cómodos nos sentimos. Prescinde de marcas caras y haz compras inteligentes, buscando la relación calidad/precio. ¡Incluso puedes comprar ropa en tiendas de segunda mano!
Piensa si no tienes exceso de gigas
¿Para qué quieres una tarifa de 25 GB si solo gastas 8 GB? Más no siempre es mejor; lo mejor siempre es lo que necesitas. Mira a ver qué te ofrecen todas las compañías y busca una oferta acorde a tu consumo real. ¡Te sorprenderá lo que puedes ahorrar cada año!
Intenta no llevar efectivo encima
Este consejo suena un poco drástico, pero es una verdad como un castillo que acompaña al ser humano desde que existe el papel moneda: si llevas dinero encima, te lo acabas gastando. Un cafetito a media tarde, una chocolatina de la máquina, un paquetito de chicles… ¡Todo suma! Y a veces, cuando te quieres dar cuenta, llevabas 20 € antes de salir de casa y vuelves con un roto en el bolsillo. ¿Se han esfumado milagrosamente? ¡No, te lo has gastado en chorraditas varias!
Y sobre todo, desde Dingoos te recomendamos que seas muy consciente de todo el dinero que dejas de gastarte y lo apartes diaria o semanalmente para ir viendo cómo crecen tus ahorros. Esto te motivará día tras día de una forma muy real, y antes de darte cuenta tendrás un buen colchoncito de ahorros para comprar los billetes, el visado, el curso y hasta costear tus primeros días en Australia.
¿Alguna preguntilla? ¿Cualquier cosa que no te haya quedado del todo clara y en la que te podamos ayudar? Como siempre, en Dingoos estamos a tu disposición para resolver todas tus dudas, así que no tengas reparo en escribirnos right now. ¡Ah! Y si quieres estar atento cual camaleón ojoplático a todo lo que pasa por estas tierras, no dudes en suscribirte a nuestra newsletter con contenidos fresquitos aptos para todos los públicos 🙂