¿Ya estás preparando tu vuelta al dulce hogar después de estar viviendo en Australia? Entonces te sentirás regular, pero tranquilo/a, la vuelta también tiene sus cosas buenas y a veces volver no es acabar con la experiencia, sino seguir disfrutándola, porque lo vivido y aprendido está en ti, y se mantendrá para siempre.
Hoy te hablamos de lo que te puedes esperar a tu llegada, para que te vayas haciendo el cuerpo, repetimos ¡no todo es malo, al contrario!:
Mismas preguntas parecidas respuestas
¿Qué tal en Australia?: esta es la peor pregunta, porque te la hacen en cuanto te ven desde el frutero al primo de tu padre, y tú piensas “puf… ahora a resumir 10 meses de experiencias” y decides cortar por lo sano y respondes: “muy bien, ¿por aquí qué tal?”
¿Has mejorado el inglés?: esta cae en el 90% de los casos.
¿Cómo son los australianos?: esta, dependiendo de la persona que pregunta, puede estar enfocada a si están buenos/as (70% de los casos) o si son amables (30%).
¿A qué hora y cómo se come allí?: de tu abuela cae fijo, del resto, podemos estar hablando de una probabilidad del 50%.
¿Es muy caro? ¿Cuánto vale una cerveza? ¿Se hace pesado el vuelo? ¿Has visto canguros? ¿Practicaste surf? ¿Has viajado mucho? ¿Te echaste novio/a? ¿Te vas a volver?: más clásicos.
¿Cómo va el tema con los aborígenes australianos?: siempre aparece el alma discordante que leyó un artículo en la “Muy Interesante” y decide salirse del guion, pero como a ti te pilla desprevenido, después de tanta monotonía, respondes: “muy bien”.
También vendrán comentarios que no esperan respuesta como: estás más flaco/a, ¡qué moreno!, se nota que te lo has pasado bien, ¡pero cuéntate algo!…
Y por fin, un día, tomarás un café tranquilamente con alguien con quien te puedas explayar a gusto y le pondrás la cabeza como una zambomba contándole todas tus aventurillas.
Volver a encontrarte
Después de toda experiencia intensa hay un tiempo en el que te sientes algo perdido. Aparece añoranza por lo vivido y aún no está asimilado lo aprendido. Cuesta plantearte nuevos objetivos y marcar una rutina. Si sientes esto, tranquila/o, sólo es cuestión de tiempo que vuelvas a un equilibrio y que la experiencia australiana, pase de generarte un montón de añoranza a formar parte de tus mejores recuerdos, a producirte un pedazo de sonrisa cuando te acuerdas de los momentos vividos.
Tu CV tiene mejor recibimiento
Esto es una pasada porque nota mucho. Percibes el cambio de cómo se recibía tu CV antes de irte y a tu vuelta. Primero por la mejora en tu nivel de inglés y después porque las empresas valoran el resto de habilidades que ganamos cuando vivimos una temporada en el extranjero
Comenzarás a hacer planes con la gente que has conocido en Australia
Tendrás muchas ganas de mantener el contacto, de ir a visitar y conocer el lugar de la gente que has conocido en Australia. Por eso surgen un montón de planes de reencuentro, colegas que te abren su casa en todos los rincones del planeta y que tendrás muchísimas ganas de visitar. Esto es genial porque si os lo trabajáis, las relaciones se pueden mantener sin problema en el tiempo, aunque una persona esté a miles de kilómetros hay muchos medios para mantener el contacto hasta que llegue la nueva oportunidad de verse.
Miras tu ciudad con otros ojos
La mirada de viajero se queda en ti, incluso en tu ciudad de toda la vida. Descubres nuevos rincones, asociaciones culturales que no tenías ni idea de que existieran, clases de ukelele al lado de tu casa y un restaurante tailandés, que no está tan rico como los de Australia, pero que sirve para aplacar el mono. Así, tus horizontes no sólo se han abierto durante el viaje, sino que permanecen de par en par en ti, incluso a la vuelta.
Quieres conocer a gente nueva
Ya llevas la dinámica de conocer a mucha gente interesante en el día a día, y quieres mantenerla. Ya sea porque buscas seguir practicando inglés o compartiendo tus nuevos hobbies, es muy típico conocer a mucha gente que no sabías que estaba viviendo en tu ciudad (sobre todo extranjeros).
El viajero se queda en ti
Ya has abierto la veda, así que, aunque te quieras quedar un tiempo en tu ciudad o “echar raíces” el diablillo viajero siempre llamará a tu puerta para recordarte lo vivido y decirte que siempre que quieras, puedes volver a hacerlo.
¿Has vuelto del extranjero hace poco? ¿Te han pasado cosas distintas? ¡Cuéntanos!
Y tú… si aún no has salido y te apetece ¿a qué estás esperando? Contacta con nosotros y te diremos cómo puedes empezar a planificar tu etapa australiana, podrás estudiar, pero también trabajar para costearte la vida, y… sobre todo ¡vivir una increíble experiencia!