Afortunadamente, cada vez la palabra “cambio” tiene menos connotaciones negativas. Somos más los que tenemos claro que es lógico que si en la vida vas aprendiendo y viviendo experiencias también vayas cambiando. ¿Si no fuera así qué sentido tendría todo esto? ¿Permanecer igual desde los 15 años hasta los 80 no es malgastar la vida?
Al final, cambios siempre vivimos, porque nos vamos desarrollando como personas, pero, no todas las experiencias producen los mismos impactos.
Australia cambiará tu vida
Así, las experiencias, cuanto más impactantes son, más modifican tu rutina y mayor impacto tienen en tu vida: en quién eres, en cómo te relacionas o en cuáles son tus prioridades.
En este sentido, vivir una experiencia como la de irte a Australia te cambia porque:
Dejas de mirar y comienzas a observar
Aprendes a abrirte, no sólo socializando sino a “abrir tu mirada” en el día a día, observar con paciencia y curiosidad todo lo que ocurre a tu alrededor, porque no lo das por supuesto y conocido como muchas veces ocurre en lugares que conocemos muy bien, y podemos llegar a subestimar.
Una vez que aprendes a abrir tu mirada, ya irá contigo vayas a donde vayas. Incluso cuando vuelvas a casa, ya no será igual y podrás detectar en tu alrededor paisajes y personas que antes no habías podido valorar, porque no sabías observarlas.
Interiorizarás el inglés
Pero, además, cuando vives en un país donde el idioma no es tu lengua materna, aprovechas más la experiencia. En el caso de Australia, aprendes inglés de forma natural, en tu día a día, pero esto no es lo más importante. Cuando te sumerges en el inglés, interiorizas de verdad lo genial que es aprender un nuevo idioma. Dejas de lado la obligatoriedad: “tengo que aprender inglés para encontrar trabajo” y comienzas a disfrutarlo.
Todos los avances se viven como auténticos éxitos, sientes una felicidad instantánea cuando por fin consigues entender al tendero del barrio o logras explicarte con claridad cuando hablas de tus emociones con un colega neozelandés. Este “gustito” difícilmente se consigue cuando estudias inglés por obligación.
Te levantarás con ilusión cada mañana
La novedad es un estímulo increíble. Piensa en cuando te enamoraste: ¿sentías el cansancio o tenías las energías a tope? ¿Cómo estabas de contento y de inquieto? Pues algo parecido ocurre cuando comienzas a vivir en Australia. Tienes tantas ganas de descubrir que levantarte a las seis de la mañana sin haber tenido que poner el despertador está a la orden del día, sí, aunque por la noche te hayas tomado unas cuentas cervezas y ahora mismo te parezca increíble.
Aumenta la intensidad en tu día a día
En relación con lo anterior, vivir en Australia te motiva. Aprovechas cada hora porque la motivación es energía. Una vez que aprendes a vivir así y detectas qué es lo que realmente te hace sentir vivo, es difícil dar marcha a tras y esta dinámica la mantienes aunque vuelvas a casa.
Seguro que conoces a alguien que después de una experiencia en el exterior ha vuelto a tu ciudad con un montón de ideas, apuntándose a clases de ukelele o participando como el que más en una asociación cultural que llevaba años abierta. Esta ocurre porque vuelve con esa motivación, con esas ganas de que lo que ha sentido durante el viaje no cambie.
¿Quieres vivir todo este proceso? Pues lo tienes fácil, solo debes dar un saltito, en plantarte aquí a vivir esta increíble experiencia. Nosotros te ayudaremos con todo.